Página:Eneida - Tomo II (1905).pdf/309

Esta página no ha sido corregida
314]
251
ENEIDA.


LXVI.

»Qué ocurre ahora á mi indecisa mente
Atended; breve soy; aquesto creo:
Un territorio á par de la corriente
Tusca, de antiguo, cual sabeis, poseo,
Que hasta el confin sicano hácia occidente
Se dilata. A labranza y pastoreo
Dan Rútulos y Auruncos sus collados,
Parte bravios, parte cultivados.

LXVII.

«Cedamos por la paz á los Troyanos
Esa áspera region, cuan larga yace,
Con los montes piníferos cercanos.
Iguales leyes de concorde enlace
Les daremos, y parte como á hermanos
En el reino. Pues tanto les aplace
Aqueste suelo, de temor seguros
En él se arraiguen y establezcan muros.

LXVIII.

«Mas si han de ir, y el destino lo tolera,
A otras playas, es bien que les labremos
Veinte cascos de itálica madera,
O más que alcancen á ocupar: tenemos
Sobrado material en la ribera.
Brazos daré, espolones, jarcias, remos,
Y de las naves el equipo todo;
Fijen ellos el número y el modo.