Página:Eneida - Tomo II (1905).pdf/304

Esta página no ha sido corregida
246
[244
VIRGILIO.


LI.

«Asperezas vencimos del camino,
Y á término llegando, aquella mano
Tan temida tocámos por quien vino
A tierra un dia el gran poder troyano.
Triunfante el Rey, con próspero destino,
En los campos del yápigo Gargano
Echaba de Argiripa el fundamento,
Ciudad que así nombró del patrio asiento.

LII.

«Así que entrado hubimos, y licencia
Se otorgó á las palabras, nuestros dones
Ofrecimos, y nombre y procedencia
Declarámos al Griego: las razones
Expusimos despues, que á su presencia
Nos llevaron; la guerra que varones
Extranjeros nos mueven. Manso oyónos,
Y habló á su turno en apacibles tonos:

LIII.

«Antigua raza, Ausonios fortunados,
»Que en paz gozais de la saturnia tierra,
«¿Qué os instiga, viviendo sosegados,
»A provocar desconocida guerra
»Y en demanda á correr de nuevos hados?
»¡Oh! quien eso pretende, ¡cuánto yerra!
»Nosotros profanámos con el hierro
»A Troya; y ved nuestro ejemplar destierro!