Página:Eneida - Tomo II (1905).pdf/226

Esta página no ha sido corregida
168
[42
VIRGILIO.


IX.

»Del prometido imperio nada alego;
¡Pude esperarle en hora más dichosa!...
¡Venza hoy quien quieras! Mas si en su odio ciego
A mis Teucros negar juró tu esposa
Todo terreno hospicio, esto te ruego
Por Troya hundida y su reliquia humosa,
¡Sálvese Ascanio del feral combate;
Al nieto, ¡oh Padre! tu favor rescate!

X.

«Torne Enéas al mar, y rumbos déle
Voltaria Suerte en ondas ignoradas.
Mas este niño... verle me conduele;
Yo le quiero librar de las espadas:
Yo á Citera ó á Páfos llevaréle,
O á Idalia y sus pacíficas moradas,
Donde robado al militar ruido
Consuma el tiempo en inglorioso olvido.

XI.

»Y reinen, si te place, hijas de Tiro;
Cartago á Ausonia oprima en férreo mando;
Y de este infante y su feliz retiro
Nada teman.., ¡Mas oh remate infando!
¿A los Teucros para eso en largo giro,
El hierro y fuego asolador burlando,
Que venciesen dejaste mil azares
Por tantas tierras y por tantos mares?