Página:Eneida - Tomo II (1905).pdf/183

Esta página no ha sido corregida
243]
125
ENEIDA.


LI.

»Y no temais que entre el silencio mudo
Andando de la noche, un extravío
Avenga: en estos sitios á menudo
Hemos cazado, y desde valle umbrío
Descubrir la ciudad la vista pudo,
Y explorado tenemos todo el rio.»
Calló Niso; y Alétes, noble viejo,
Sabio varon de magistral consejo,

LII.

«Númenes, cuyo brazo patrocina
A Troya!» exclama: «á fe que á los Troyanos.
No preparais una total ruina
Cuando así en años suscitais tempranos
Ímpetus tales de virtud divina!»
Y á ambos ciñe los hombros, y las manos
Estréchales, y en llanto de alegría
El rostro humedeciendo, proseguía:

LIII.

«Premios á vuestros méritos iguales,
Mancebos, ¿dó hallaré que os galardonen?
Lo primero, los Dioses inmortales
Y las propias conciencias os coronen!
Apreciadores de servicios tales,
Segunda recompensa á fe que os donen,.
Enéas hoy, y cuando llegue el dia
Ascanio, que olvidaros mal podria.»