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ENEIDA.


XXXIX.

»A la lid, ó á algo grande, arduo, me instiga
Implacable hace rato el pensamiento.
¿Cuál confianza el Rútulo no abriga?
¿Ves? rara luz alumbra el campamento:
Los vence el vino, y ya el sopor los liga;
Ningun rumor se siente ó movimiento
En la vasta extension. Mi interna lucha
Contempla ahora, y lo que pienso escucha:

XL.

«Quieren todos, el Pueblo y el Senado,
Llamar á Enéas, y enviarle quienes
Hagan fiel relacion de nuestro estado.
Si me prometen lo que pida, y vienes
Tú en llevarlo (yo quedo asaz pagado
Si glorioso suceso honra mis sienes),
Iré; que al pié de aquel collado, creo,
Hay senda cierta al monte Palanteo.»

XLI.

Quedó atónito Euríalo con esta
Revelacion;y ya con sed de fama
El ánimo encendido, así contesta
Al noble amigo que en su ardor le inflama?
«Niso, tu ingenio á conquistar se arresta
Tanta gloria, ¿y contigo al que te ama
No has de llevar? ¿Y yo sin compañía
Tanto riesgo arrostrar te dejaria?