Página:Eneida - Tomo II (1905).pdf/121

Esta página no ha sido corregida
71]
63
ENEIDA.


XV.

«¡Vos, Ninfas de Laurento (en quien los rios
Hallan, raza gentil, su ilustre oriente),
Y oh padre Tibre de raudales pios!
A Enéas acoged, y de su frente
Clementes apartad golpes impíos!
Doquier escondas tu sagrada fuente,
Doquiera, ¡oh bello Dios! secreto mores,
Tú apiadado calmaste mis dolores.

XVI.

»De mí por siempre en himnos bendecido
Serás, y honrado con perpetuos dones,
Tú, de cuernos undívagos ceñido,
Rey de rios de Italia en las regiones!
Sólo espero me asistas, sólo pido
Que ratifiques ya tus prediciones.»
Dijo; y dos barcos de su flota alista,
Ygente hecha á bogar, de armas provista.

XVII.

En este punto; (¡oh místicas señales!)
Cándida hembra de cerdo con sus crias
Enéas ve, que, en la color iguales,
Se han tendido en las márgenes umbrías
Sobre la verde hierba. Ofrendas tales
El troyano adalid con manos pias
Te hará, ¡máxima Juno! Ya ante el ara
Dones presenta, y con la grey se pára.