En medio al alegato se presenta
Turno feroz, el cual de sangre y llama
El terror con sus voces acrecienta:
Que á reinar á los Teucros se les llama,
Que frigia raza en su lugar se asienta,
Y á él se pone á las puertas, dice, y brama;
Y hacen parte con él hijos de aquellas
Que de Amata en furor siguen las huellas.
Miéntras las madres en vinosa danza
Atropellan florestas y collados,
(¡De una reina el ejemplo tanto alcanza!)
Ellos de un númen infernal tocados,
Convocan en tropel á la matanza,
Contra el querer del Cielo y de los hados,
Contra el temor de oráculos y agüeros;
Y las puertas del Rey asedian fieros.
Cual peñon en los mares, él resiste;
Como el peñon á quien con golpe rudo
En fragor recio el oleaje embiste,
Y él las ondas ladrantes oye mudo,
Y escollos, rocas que la espuma viste
Hirviente en derredor, los ve desnudo,
Y firme mira, en sus costados rota,
Ir y venir el alga que le azota.