Página:Encuesta feminista argentina.djvu/80

Esta página no ha sido corregida

1A MUJER

A 5 5 A A

maternidad.

Emprendió también una campaña pidiendo mejoras en el trato dado a los conscriptos, y previsiones para salvaguardar la vida y salud de éstos.

En Noviembre de 1918 y a raíz de la descollante actuación de las mujeres de las naciones en guerra y de los homenajes y derechos que tan noble y valerosamente conquistaran, fúnda- se aquí el Centro Unión Feminista Nacional,—“Para afror- tar el problema de la emancipación eivil y política de la mu- jer y la defensa de su situación económica, para lo cual apo- yara el importante proyecto sobre emancipación civil de la mujer, de que es autor el doctor del Valle Tberlueea”.—Ha empezado wna activa campaña de propaganda y conferencias y cuenta ya eon un importante contingente de adherentes,

En Diciembre del mismo año, varios de los miembros del antiguo Centro Feminista, hoy “Juana Manuela Gorriti”, de- ciden entablar con más vigor su lucha “pro-derechos” de la mujer.


Invítase por diarios y circulares a todos los que simpaticen con la idea, a una reunión pública para formar un gran nú- eleo de acción, y el 4 de Enero de 1919, en el Museo Escolar “Sarmiento”, quedó constituída la Asociación que hoy se de- nomina “Pro-Derechos de la Mujer”, y que nació sin sujeción a ningún partido político, a ninguna secta religiosa, a ninguna casta social, y a la cual pude muy bien haberles dicho las si- guientes palabras con que inaugurara hace 14 años el antiguo Centro Feminista:

“Nosotras, en una tierra pródiga y libre, hemos soportado mansamente las cadenas con que códigos y prejuicios limitan nuestra acción y humillan nuestra dignidad de seres conscien- tes, esperando que la razón y la justicia trivfarían al fin, que el egoísmo irreflexivo de nuestros compañeros no vencería siem- pre a ese impulso caballeresco y noble tan hermoso que ca- racteriza a los hombres de nuestra patria; que en esta Repú- blica nueva y progresista, la rutina y el prejuicio no tendrían un soleo duradero.

Muchas veces nos hemos preguntado si es justo que las le- yes fueran hechas sin consultar nuestro interés tanto como el de los hombres; que todas las decisiones sean tomadas sin con- tar para nada nuestra opinión, como si fuéramos de todo pun- to inferiores e inútiles, si es posible que siempre impere la ley

73