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LA MUJER
A
como preñado de halagadoras promesas para la humanidad, ella aparecerá en momento oportuno, y merece el éxito más completo, el que se aseguraría más incorporando directa e in- mediatamente a la mujer argentina a su obra de producción y propaganda. :
Pero, eso sí, también: que ni aquellos anhelos, ni estas reali- dades, nuestros o de los países más avanzados, deformen a la mujer y la aparten de gu misión prominente: ser buena madre.
Saluda a Vd. atte.
J. B. Zubiaur,
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