LA MUJER RÁ A A A A A A AA AAA
me y poso conocida labor que realizan en pueblos y ciudades, sos difundida en todos los hogares, en la redacción de todos los diarios y en las oficinas públicas, con lo que se logrará que «ea debidamente valorada, «lentada y auspiciada por la Ins- titución y los partienlares.
El pericdismo masculino, ejerce por lo regular, muy limita- da influencia en la educación y elevación de la mujer, mos- trándose forzosamente limitado en el estudio de los problemas que la afectan exclusivamente.
Y ahora que la personalidad moral e intelectual femenira, está aleanzando en todos los países adelantados una posición lezal muy legítima; abora que el ejercicio de sus actividades, de su inteligoneia y carácter, reclaman horizontes cada vez más amplios y aplicación inmediata dentro de la universalidad de la labor humana, hacía falta el gran porta-voz de los ideales de la mujer, el eficaz elemento informativo que lleve a todos los ámbitos de cada país el eco de sus obras inteligentes y ge- nerosas; la alta tribuna, en fin, desde la que, media humanidad Girá libremente a la otra mitad, su pensar y su sentir, sus hon- das inquietudes y sus grandes esperanzas.
La Revista “La Mujer” nace, pues, “para vincular fuerte- mente a las mujeres en la obligada relación de sus intereses materiales y morales; para difundir y estimular las aspiracio- nes de su perfeccionamiento, regulando, modelando y enalte- ciendo los esfuerzos de su mentalidad; para unificar y eonver- tir en un solo y poderoso latido las aspiraciones dispersas, en- cauzando en una sola y poderosa corriente las ideas que sur- gen por dequier en esta época de reivindicaciones, que ha sido llamada, y muy ¿justicieramente por cierto, “el siglo de la mujer”.
Bien se ha dicho que la prensa superior e independiente es la tribuna más alta y de más extensos prestigios para la emi- sión del pensamiento y el libre intercambio de las ideas, el pro- pulsor más eficiente de la cultura y del progreso en sus va- riadas manifestaciones, y, en consecuencia, el instrumento más perfecto para toda propaganda de ideas y de doctrinas.
“El periodismo es institución histórica, profundidad históri- ca, condensación histórica, sin la pesantez y la minuciosidad de datos de la historia propiamente dicha. El periodismo es agi- lidad literaria, riqueza de emociones y matices, mu!tiformidad de estilo, sensibilidad para tudo lo humano, sin la monotonía,
