LA MUJER
CONTRA EL FEMINISM
En el número 234 de “La Nota”, la señorita Lola Pita Mar- tínez, con deferencia — y hasta con cariño — háceme algunas reflexiones acerca de mi arífenio contra el feminismo apareci- do en “Clarín”.
Y ahora, sin intención de polémicas — que mo me resul- tan — y sobre todo agradeciendo a aqueila señorita sus con- ceptos, van estas líneas por si algo pueden ampliar lo ante- riormente escrito.
Voy centra el feminismo agrupación. Contra los centros fe- ministas. Se me ocurre que yendo a ellos, la mujer — si bien deja de ser muñeca e inconsciente de la casa o del marido — resulta muñeca de esos centros econ leyes y reglamentos. Al igual que los hombres que se rotulan en un partido político. ¡Como que todos los mareos son estrechos!
Se me dirá que la unión hace la fuerza, y yo ereo que sí; pero la unién haee la fuerza bruta, la fuerza material. La fuerza interior, la fuerza individual, aquella que necesitan las mujeres para su felicidad y la del hombre; la fuerza interior que da la hibertad única — que no la da el gobierno ni las le- yes — esa la cbtiene por esfuerzo propio, sola, ¡sola! alzada sobre sus propios dolores, la mujer.
A eso voy yo. Si — como se me ha indicado — hay leyes — divorcio, sufragio, ete. — que beneficiarían a algún ciento de mujeres desgraciadas, que vengan en hora buena. Pero eso será un detalle, un remedio aplicado para días. ¿Y luego? Yo voy más lejos y más directamente. Empiezo por hacer la mu- jer individual. Los centros feministas las rotulan.
Y empiezo donde otros no alcanzan a llegar: pregonando el amor libre. Pero un amor libre, de sentimientos y no de ins- tintos, Un amor libre que sea la unión de dos seres — compa- fieros en la vida — mediante la ley del amor, de la voluntad, del deber, del respeto mutuo, que son las más grandes de las leyes.
L£mor libre: él, fuerte y altivo, de pie ante la Vida — como deben estar tedos los hombres; ella, fuerte y digna, de pie también ante la Vida, pero apoyada an él como deben estar todas las mujeres, kecha una blanca paloma de amor y paz.
Herminia €, Brumana.
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