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Encuesta FEMINISTA ARGENTINA

(Contestación expresa)

No puede sino merecer un elogio, un sincero aplauso, la idea de fundar una Revista que, a la vez que difunda y arral- gue en la opinión pública los ideales de la mujer, haciéndolo cada vez más perceptible, por decirlo así, favorezca, amplíe y propague los medios de mayor cultura que han de asegurar el éxito de esas aspiraciones, convirtiéndolas en realidad, de acuerdo, naturalmente, con la naturaleza y la noble misión que a aquella corresponde.

Aunque el programa que informa la iniciativa es bastan- te completo, aún teniendo presente su carácter sintético, con- viene advertir que la propaganda y el desarrollo del plan trazado, se mantenga siempre dentro del criterio prudente y predominante de lo que en realidad se llama feminismo, es decir, dentro del concepto moral y social que Je marcan las funciones de la vida en su completa significación y alcance, pues es indudable que tendencias mal encaminadas quieren llevar más allá esa propaganda, induciéndola a invadir juris- dicciones de otro orden y que están fuera de sus dominios, o simplemente dándole una interpretación equivocada, trayen- do esto como una inevitable derivación, un antagonismo incon- cebible, odioso y siempre perjudicial, cutre los dos sexos, que social y biológicamente se amparan, secundan y prosperan.

No puede, ni debe haber lucha de ningún género en esta campaña de reivindicación, por decirlo así, del estado civil de la mujer, desde que el hombre y mujer son dos fuerzas que por ley natural se armonizan y concurren al mismo fin. El concepto de superioridad e inferioridad, es sencillamente un desatino: han desaparecido ya, por suerte, los tiempos en que la mujer, a pesar de haber culminado la civilización griega en todos los órdenes de la actividad humana, había sido olvidada: rezagada en su gíneceo, presa e imposibilitada para ejercer su destino y privada de sus atributos más sagrados, como ser: el uso de su libertad y el cultivo de su inteligencia. La ilustra- ción, el descubrimiento de las leyes científicas, el estudio cons- tante, la adquisición de un diploma que habilite para la lu- aha diaria, que cada día se hace más intensa, por cireunatan- cias de todo género, es ya del dominio de todos, y por eso pe-

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