ENCUESTA FEMINISTA ARGENTINA A
Señor Don Miguel J. Font.
De mi consideración :
Respondiendo a su gentil pedido de mi opinión sobre el problema del feminismo en la República Argentina, lo sinte- tizaré en estos breves párrafos,
Entiendo que desde hace un siglo ese problema ha sido re- suelto con genial previsión por Rivadavia, dando a la mujer la acción social que le corresponde, como colaboradora insus- tituíble en la tarea del Estado, en pro del bienestar general y de la mejor justicia humana.
Los resultados obtenidos por la iniciativa del gran estadis- ta al fundar la Sociedad de Beneficencia y las demás institu- ciones de asistencia social, son tan brillantes y fecundos, que han llamado la atención y conquistado el uwplauso de todos los extranjeros de distinción que nos han visitado y que de- claran que la mujer argentina, modelo en el hogar, realizaba al propio tiempo el prototipo de la virtud eficiente en la vida colectiva.
Las palabras con que Rivadavia promulgó el decreto fun- dando la Sociedad de Beneficencia, demuestran que se daba cabal cuenta de su misión de gobernante y de las necesidades vitales de su país. “La existencia de la mujer, decía, es aun vaga e incierta. La naturaleza dió a la mujer distintos destinos y medios de hacer servicios, que con los que rinde al hombre satisfacen sus necesidades y llenan su vida, y el hombre se alejaría de la civilización si no asociase a sus ideas y senti- mientos a la mitad preciosa de su especie. No hay medio, ni secreto para dar permanencia a todas las relaciones políticas y sociales, si no el de ilustrar y perfeccionar así hombres co- mo mujeres, y a individuos y a pueblos”.
Por esto el general Mitre, examinando la gran tarea social de Rivadavia, ha dicho “que fué el primero entre nosotros que se ocupó seriamente de la educación de la mujer, imitando en esto el ejemplo dado por Belgrano, su compañero y su ami- go en la Revolución, que desde los tiempos coloniales había pro- movido con amor; pero que fué más original y en la manera de realizarlo sé anticipó más que ninguna otra de sus crea- ciones a la ciencia y a la expertencia de su tiempo, y agrega
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