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ENCUESTA FEMINISTA ARGR TINA

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EL PAPEL DE LA MUJER EN ESTE MOMENTO HISTORICO. (Contestación expresa)

El mundo reposa sobre dos fuerzas: la serenidad y la inte- Egencia. Cuando una campaña social o política se inspira y sostiene en esos dos valores que significan fuerza, convicción, buen sentido, previsión del porvenir, debe ir necesariamente al triunfo.

El papel de la mujer, en este momento histórico, es bello y trascendental. Ella no aspira a una acción tumultuosa e irreflexiva, con reformas que chocan violentamente con el me- dio, sino a una conquista gradual de sus derechos, tal cual des- envuelve la naturaleza sus procesos biológicos y sociológicos.

La inteligencia femenina ha evolucionado ya hacia la cui- tura superior, puesto que la mujer posee derechos a la ins- trucción en las mismas condiciones que el hombre; hoy son accesibles para ella las carreras liberales e industriales, que en nombre de quiméricos prejuicios le fueran vedadas hasta ayer, manifestación absurda en esta joven democracia donde palpitan los ideales generosos y arraigan hondamente las ini- ciativas progresistas.

Si el Estado, si la sociedad misma, consideran a la mujer como un ser delicado y frágil, al cusl, según el proverbio ára- be, “no debe castigársele ni eon una flor”, si está organizada para la vida tranquila del hogar y el amoroso cuidado de sus hijos, ¿cómo es que aun las rudas tareas del campo, del ta- ller, de la fábrica, aniquilan sus fuerzas, las gastan prema- turamente, preparando generaciones enfermizas, rebaños de pequeñuelos de tórax endeble, de raquíticos miembros, de ce- rebros deformes que arrastrarán su pesada cadena de sufri- mientos sin que la misericordia de los hombres pueda redi- mirlos? Las instituciones debieran estar organizadas para pre- venir estos males, amparando a la mujer, facilitándole acceso a los puestos cómodos y bien rentados. Ya que se le exige contribución pecuniaria para la familia y para el Estado. no hay que despreciar su labor en virtud de un prejuicio que re- sulta cómodo al egoísmo masculino, pero que es, a todas lu- ces, injusto. He ahí una faz simpática del feminismo: la re-

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