Señor M. J. Font.—Presente.
Algo de lo que pienso, una pequeñísima parte de todo enan- to podría hacerse intervenir para obtener la justa emancipa- ción de la mujer, le envío. aquí, en este artículo que ya he pu- blicado con seudónimo.
Si en él he tratado a la ligera lo relativo al voto de la mu- Jer, no se crea que dejo de comprender perfectamente que, miúentras el sexo débil enrzca de voz para defender sus aspi- vaciones, para dictar leyes ecuánimes que les sean favorables, para borrar del código las palabras humillantes que trata a la mujer casada de incapaz, en el mismo renglón que los niños y los locos, nada absolutamente hará el sexo fuerte para prote- gerlas. Lo comprende y lo siento. Soy conservadora y tradieio- nalista, per herencia, tal vez. Creo en los deberes, en la mu- jer fuerte, en el hogar. Desearía que los hombres faciliteran la vida a sus compañeras, les trajeran la emancipación y la igualdad para que no tuvieran que salir ellas a buscarlas. Pero, desgraciadamente, no será así.
EVOLUCION FEMENINA
Quisiera saber lo que entiende por feminismo la generalida: de las mujeres, las que se cubren el rostro espan'“adas y horro- rizadas ante esa palabra, o las que, desaforadas piden a gritos el voto. Creo que aquéllas imaginan que la fuerza pública las obligará a escribir el día entero en alguna oficina, o les pondrá un fusil al hombro en el campo de Mayo, y que éstas se ven ya dirigiendo ei Estado o embajadoras ante las grandes po- tencias. ¿Por qué estos excesos? llas mismas se hacen mal con sus pretensiones extremas. ¿Cómo obtener una revolución tan descomunal cuando no se tiene nada?
A propósito del voto, se me ocurre que en el matrimonio se- ría, en la mayor parte de los casos, un nuevo motivo de dis- eordia. Si la mujer es sumisa y cree que en el hogar debe pri- mar la voluntad del marido, es equivalente a darle dos votos al casado, y si la mujer quiere rebelarse y mantener sus ideas, ¿se dan cuenta ustedes de la tempestad desencadenada entre aquella gente. ¡Y no se hable del caso en que el candidato por
= 121 —
