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ENCUESTA FEMINISTA ARGENTINA

De un capítulo del libro “La nationalité”, del Dr. Estanislao S. Zeballos, facilitado amablemente por su autor para esta obra en contestación a nuestro cuestionario,

La. mujer posee una situación particular en el derecho de la nacionalidad, distinta de la del hombre. Y, esta diferencia ejer- ce su influencia en el derecho privado. En la civilización con- temporánea, la organización social, las ideas filosóficas y las preocupaciones sociales, mantienen como regla general a la mujer en una situación secundaria, dentro de un estado de in- ferioridad jurídica frente a la del hombre. Pocas legislacio- nes admiten la legalidad entre sus derechos y los del hombre: la mayor parte de esas legislaciones le permiten una “capitu deminitio”, como condición de la realización de su ideal subli- me en la constitución del hogar.

Dentro de las sociedades de nuestra época, subsiste aún esta idea preconcebida que la mujer es un ser fisiológicamente in- ferior al hombre. Se supone aún, que la mujer no tiene sino un juicio y un carácter imperfecto que la hace inhábil para ejercer útilmente los derechos y actos que son inherentes a la personalidad humana.

No tenemos por qué estudiar aquí un problema tan s considerado desde el dcble punto de vista científico y políti- <o, siéndorae escasamente permitido decir en esta cátedra, que a mi juicio, la orientación filosófica y jurídica que acabo de enunciar es errónea.

No puede afirmarse que el cerebro de la mujer sea inferior el del hombre fisiológicamente, ni intelectualmente, ni moral- mente. Sus funciones normales están sometidas a la acción del medio físico, a las del ambiente moral de las presiones tradi- cionales y de la educación. El desarrollo y el vigor del cerebro del hombre y de la mujer dependen de las condiciones fisioló- gicas y sociales con las cuales se desenvuelve. Si el medio, cl ambiente, la alimentación, la nutrición, la estimulación social y jurídica son las mismas, el órgano se desarrollará y funcio- nará de la misma manera. Pero es muy cierto que en nuestros días, y para la mujer, les medios y las oportunidades de degen-


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