especial por los pobres desterrados en América, de ese sí que gozó en toda su plenitud. Nada pudo hacerlo menos. A ellos debió en vida el cariño y entusiasmo con que recibían sus obras; a ellos el único amparo que tuvo en sus días de amargura; a ellos, casi, el monumento en que descansa. Fué triunfo que ninguna mala voluntad pudo hacer menos — cuando trataron de sus versos en gallego —, ni aun la de aquellos que se apresuraron á amenguarlo, no hallando en los frutos de su inspiración más que asuntos secundarios de escaso empeño y mérito relativo, porque, según ellos, cuanto toca a la gente campesina era de por sí misma inferior, y el lenguaje en que se expresaba el poeta, inferior también. Mas viéndola después escribir sus versos en castellano, rompiendo victoriosamente los viejos moldes de la métrica castellana, entonces se aprovecharon de la sorpresa que causó la novedad, para herirla, haciendo menos la esencia que encerraban como en vaso sellado.
Página:En las Orillas del Sar.djvu/25
Esta página ha sido validada
XVII
Prólogo
⁂
Tomo I.
b