Página:En las Orillas del Sar.djvu/235

Esta página ha sido corregida

ironía, aunque a veces llegue al sarcasmo; y hay en ella menos ternura que pasión. Espíritu apasionado debió ser el suyo, extremado en amores y en odios; de su choque con las dificultades y las tormentas del vivir saltaron, como espuma, las composiciones de sus Follas novas y las que llenan su libro castellano.

Hay que dar a Rosalía, entre nuestros poetas, un lugar eminente. Hay que reconocer que nadie como ella fundió su espíritu en el crisol de la estrofa, y que de la abundancia de su inspiración nacieron sus extraordinarias adivinaciones métricas. Y los poetas de hoy, los que van dejando de llamarse modernistas, los que quieren decir cosas del alma en versos que sólo obedezcan a una ley interior de armonía, formulada por cada uno en cada caso, han de ver una precursora en la mujer extraordinaria que escribió, sin preocupaciones, dejando libres a su inspiración y a su técnica, el libro titulado En las orillas del Sar.

ENRIQUE DÍEZ-CANEDO.
Madrid, 1908.