Página:En las Orillas del Sar.djvu/215

Esta página ha sido corregida

***


Hora tras hora, día tras día,
Entre el cielo y la tierra que quedan
Eternos vigías,
Como torrente que se despeña
Pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
Después de marchita;
De las ondas que besan la playa
Y que unas tras otras besándola expiran,
Recoged los rumores, las quejas,
Y en planchas de bronce grabar su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
Negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay! ¿En dónde su rastro dejaron,
En dónde, alma mía?