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Pero yo en el rincón más escondido
Y también más hermoso de la tierra,
Sin esperar a Ulises
(Que el nuestro ha naufragado en la tormenta),
Semejante a Penélope
Tejo y destejo sin cesar mi tela,
Pensando que ésta es del destino humano
La incansable tarea,
Y que ahora subiendo, ahora bajando,
Unas veces con luz, otras a ciegas,
Cumplimos nuestros días y llegamos
Más tarde o más temprano a la ribera.