Esta página ha sido corregida
¿Por quién has perdido la paz de tu alma?
¿A quién regalaste la miel de tu boca?
A quien te detesta quizás, y le causan
Enejo tus labios de candido aroma,
Porque busca la rosa encendida
Que abre al sol de la tarde sus hojas.
øøø
En sus ojos rasgados y azules,
Donde brilla el candor de los ángeles,
Ver creía la sombra siniestra
De todos los males.
En sus anchas y negras pupilas,
Donde luz y tinieblas combaten,
Ver creía el sereno y hermoso
Resplandor de la dicha inefable.
Del amor espejismos traidores,
Risueños, fugaces...
Cuando vuestro fulgor sobrehumano
Se disipa... ¡Qué densas!... ¡Qué grandes
Son las sombras que envuelven las almas
A quienes con vuestros reflejos cegasteis!