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EN EL MAR AUSTRÁL

contextura; yá es un manchón verde claro que se destaca, yá uno médio amarilloso que casi desaparece bajo el manto bordado de los helechos que lucen orgullosos su vistoso ropaje.

El suelo no se presenta como en aquellos tampoco, sinó que lo tapiza una capa de pastos variados y multicolores que llega á tener hasta un métro de espesor y que se extiende lozana sobre otra traidora —los turbales, formados por el pastizál muerto y las hojas y detritus del bosque— en que el viandante desprevenido puede hundirse hasta el cuello.

— Estos turbales són tremendos,—dijo Oscar: no dejan caminar y por eso són una dificultad enorme para los viajeros. Aquí, ó se anda á pié ó no se anda; el caballo y la mula son inútiles ... La turba es el orígen del desierto de estos montes y no desaparecerá sinó con ellos y cuando los animales se coman el pasto y no le dejen acumularse. Cómo hoy no los hay y las lluvias són frecuentes y el sól no evapora el agua, se forman estos verdaderos pantanos de hojas.

E inclinándose sobre un tronco que estaba caído —cuya cáscara andaba quizás por los canales sirviendo de canoa indígena— me hizo notar que casi desaparecía entre el pastizál y cortando una plantita, me dijo, enseñándomela:

— ¿Vés?... Esta es la violeta amarilla que en el mundo entero no se halla... Es planta de aquí no más, como la frutilla silvestre, que es especiál... ! Fíjate cuánta clase de gramilla distinta: hay, desde el alfilerillo hasta la pata de araña y la cola de zorro; es una delicia... ¡Cuando este país sea conocido, será uno de los más ricos del mundo!

En ese momento, Calamar, que se había, alejado, regresó con una buena provisión de huevos de avutarda que había recogido en un pequeño descampado y volvía, gozando de