tora de dichos órganos en las palomas del experimento, hizo perder a estos animales la orientación y la coordinación cinética, que procuraban compensar por medio de la vista (op. cit. págs. 25-26). Así los ciegos suplen recíprocamente con el oído. la vista que les falta. Y este doble fenómeno de correspondencia sensorial, nos enseña que los diversos contactos en que consiste la percepción, se controlan entre sí, con el objeto de evitar los obstáculos, recogiendo impresiones que la experiencia ha tornado gratas, por ser ellas favorables a la vida normal como excitantes o como armonizadoras. Subordinada así a los sentidos, la intuición espacial redúcese a una consecuencia fisiológica. El mismo de Cyon (op. cit. pág. 186) lo expresa afirmando: "Debemos a las sensaciones de dirección de los canales semicirculares, nuestras representaciones del infinito del espacio y del tiempo".
En ese espacio, dice en otro lugar (op. cit. pág. 89) "los axiomas geométricos nos resultan impuestos por los límites de nuestros órganos de los sentidos". Y luego (pág. 90): "El espacio ideal de tres dimensiones, cuyo concepto se forma con ayuda de las sensaciones que recibimos de los tres canales semicirculares, sirve natural e igualmente bien para la determinación de la disposición de los objetos en el mundo exterior, con ayuda de nuestro sentido del tacto."
La quintuple clasificación del fenómeno de contacto, llamada percepción, relaciónase íntimamente