Página:El sombrero de tres picos (1874).pdf/134

Esta página no ha sido corregida
129

å los corregidores? Yo sé ir á Granada, y Madrid, y al fin del mundo, á pedir justicia contra el viejo insolente que así arrastra su autoridad por los suelos! Y sobre todo: yo sabré mañana ponerme la mantilla, é ir á ver á la señora corregidora...

No harás nada de eso!—repuso el corregidor, perdiendo la paciencia, ó mudando de táctica.—No harás nada de eso; porque yo te pegaré un tiro, si veo que no entiendes de razones....

Un tiro!—exclamó la señá Frasquita con voz sorda...

—Un tiro, sí. Y de cllo no me resultará perjuicio alguno. Casualmente he dejado dicho en la ciudad que salia esta noche á caza do criminales...—Conque no seas necia... y quiéreme... como yo te adoro.

—Señor corregidor; gun tiro?—volvió á decir la navarra, cchando los brazos atrás y el cuerpo hacia adelante, como para lanzarse sobre su adversario.

—Si te cmpcñas, te lo pegaré, y así me veré libre de tus amenazas y de tu hermo-