Esta página no ha sido corregida
98
La despedida de los esposos habíase reducido á lo siguiente: —Cierra bien—dijo el tio Lúcas.
—Embózate, que hace fresco—dijo la señá Frasquita, cerrando con llave, tranca y cerrojo.
Y no hubo más adios, ni más beso, ni más abrazo, ni más mirada.
¿Para qué?