»le interese saber que su pasajero ha sido el señor »Sherlock Holmes.» Por eso es que sé cómo se llamaba.
14 —Ya lo veo. Y no lo volvió á ver más?
—No, desde que entró en la estación.
Y cómo describiría usted al señor Sherlock Holmes?
El cochero se rascó la cabeza.
—Vea: no era, á la verdad, un señor fácil de describir. Yo le daría unos cuarenta años de edad; era de mediana estatura, como dos ó tres pulgadas más bajo que usted, señor. Estaba muy bien vestido, y tenía una barba negra, cuadrada, y la cara pálida. Es todo lo que puedo decir.
2 Y el color de los ojos?
—No, no sé.
No recuerda nada más?
—No, señor; nada más.
—Bueno; aquí tiene, entonces, su medio argontino. Y le espera otro si puede traer algún dato más. Buenas noches :
▾ —Buenas noches, señor, y gracias.
Juan Clayton se marchó muy contento, y Holmes se volvió hacia mí, encogiéndose de hombros y sonriéndose tristemente.
—Se ha reventado el tercer hilo, y concluímos por estar lo mismo que cuando empezamos—dijo.
¡Astuto bribón! Conocía nuestra casa, y supo que sir Enrique Baskerville había venido á vermę; me reconoció en la calle Regent, presintió que yo recordaría el número del cub y que pondría mis manos sobre el cochero, y por esto me envió su audaz mensaje. Le digo, Watson, que esta vez tenemos que habérnoslas con un adversario digno de nuestro acero. Me han dado jaque mate en