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aquí un daño que no nos sería posible prevenir.
¿Sabe usted, doctor Mortimer, que lo siguieron esta mañana al salir de mi casa?
El doctor Mortimer se sorprendió.
A mí! Por qué?—exclamó.
—Desgraciadamente, no sé por qué. ¿Tiene usted entre sus vecinos ó relaciones en Devonshire algún individuo de barba negra, tupida?
—No... Es decir, permítame... es cierto, sí. Barrymore, el mayordomo de Baskerville Hall, tiene la barba negra y tupida.
Ah! ¿Dónde está actualmente Barrymore?
—Está en el Hall, al cuidado de la propiedad.
—Sería bueno averiguar si está allá realmente, ó si, por una contingencia, se encuentra en Londres.
—¿Cómo podría averiguarlo usted?
—Déme un formulario de telegrama. «¿Está todo pronto para sir Enrique ? Esto es bastante.
Dirección: «Señor Barrymore, Baskerville Hall.» ¿Cuál es la oficina de telégrafos más próxima?
«Grimpen:» Muy bien; y enviaremos otro telegrama al administrador de correos y telégrafos de Grimpen: «Telegrama al señor Barrymore, entre»garlo en propias manos; si ausente, sírvase avi»sar por telégrafo á sir Enrique Baskerville. Nortsumberland Hotel.» Esto nos permitirá saber antes de esta noche si Barrymore está en su puesto en el Hall ó no.
—Efectivamente—dijo sir Enrique.—A propóBito, doctor Mortimer, ¿qué clase de hombre es ese Barrymore?
—Es hijo del viejo encargado, que ya murió.
Estos Barrymore están al servicio del Hall desde hace cuatro generaciones. Tengo entendido que él