—Le pedirás que te deje ver los papeles de la basura de ayer, diciéndole que se ha extraviado un telegrama importante, y que tienes que buscarlo.
¿Entiendes?
—Sí, señor.
—Pero lo que buscarás en realidad será una página del Times de ayer, la de los editoriales, que tenga unos agujeros hechos con tijeras. Aquí tie nes el diario. Esta es la página. ¿Podrás conocerla fácilmente?
—Sí, señor.
—El conserje llamará entonces á alguno de los sirvientes á quien darás también otra moneda, igual. Aquí tienes veintitrés más. En veinte, quizás, de los veintitrés hoteles, te dirán que la basura ya ha sido quemade ó sacada de la casa, y en los otros tres casos te mostrarán un montón de papeles, en el cual buscarás lá página. Hay muchísimas probabilidades de que no la encuentres.
Aquí tienes diez monedas más por lo que pueda suceder. Y antes de la noche me harús saber el resultado de tu pesquisa por medio de un telegrama á mi casa de la calle Baker. Ahora, Watson, lo único que nos queda por hacer, es averiguar por telégrafo quién es el cochero número 2704; después nos meteremos en una de las galerías de pinturas de la calle Bond, y nos entretendremos allí hasta que sea hora de ir á Northumberland Hotel.