4 Y usted, hombre de ciencia experimentado, cree que la cosa sea sobrenatural?
—No sé qué creer; es todo lo que le puedo deHolmes se encogió de hombros.
—Hasta ahora he limitado mis investigaciones á este mundo—dijo.—En una esfera muy modesta he combatido al mal; pero tomar por mi cuenta nada menos que el Espíritu del Mal en esencia, esto sería, quizá, una empresa demasiado ambiciosa. Usted tiene que admitir, sin embargo, que las pisadas eran materiales.
1 El sabueso primitivo era suficientemente material para destrozarle la garganta á un hombre, y, sin embargo, también era diabólico.
—Veo, doctor Mortimer, que usted se ha pasado por completo á las filas de los credulones. Pero, vamos á ver, doctor, dígame un poco. Si esas son sus vistas ¿qué es lo que ha venido usted á consultarme? Me dice usted á un mismo tiempo que es inútil investigar la muerte de su amigo, y que desea que yo haga la investigación...
—Yo no he pedido á usted que haga investigación alguna.
—Entonces, ¿qué es lo que quiere de mi?
—Que me aconseje lo que debo hacer con sir Enrique Baskerville, que llega á la estación Waterloo y el doctor Mortimer consultó su reloj...justamente dentro de una hora y cuarto.
—Es ese el heredero?
—Si. Después de la muerte de sir Carlos hicimos averiguaciones respecto á este caballero, y supimos que estaba en el Canadá, ocupado en trabajos agrícolas. Por los informes que nos han llegado, es un joven excelente en todo sentido. No