«La reciente muerte repentina de sir Carlos Baskerville, á quien se daba por probable candidato de los liberales por el distrito de Devon Centro en las próximas elecciones, ha llenado de aflicción toda la provincia. Aunque hacía relativamente poco tiempo que sir Carlos residía en Baskerville Hall, la afabilidad de su carácter y su extremada generosidad le habían conquistado el cariño y el respeto de todos.
»En estos tiempos de nouveaux riches es consolador ver que el vástago de una antigua familia de la provincia, que atraviesa por momentos difíciles, es capaz de formarse por sí solo una fortuna, y de emplearla en restaurar la decaída gran»deza de su casa. Sir Carlos Baskerville había ga»nado, como es notorio, grandes sumas de dine»ro en Sud-Africa; más prudente que aquellos que se afanan en perseguir á la fortuna hasta que ésta se vuelve contra ellos, sir Carlos liquidó sus ga»nancias y volvió á Inglaterra. Hace apenas dos »años que vino á establecer su residencia en Bas»kerville Hall, y todos saben cuán vastos eran los trabajos de reconstrucción y de mejoramiento que había empezado á realizar, y que por su muerte han quedado ahora interrumpidos. Como no tenía hijos, el deseo abiertamente expresado de sir Carlos era que, mientras él viviera, toda la comarca aprovechara su gran fortuna; y muchos han de ser los que tengan que lamentar, por ra»zones íntimas, su fin prematuro. Las generosas donaciones que hacía frecuentemente á los establecimientos de caridad locales y de la provincia han sido consignadas siempre en estas columnas.
»No se puede decir que el sumario haya aclarado por completo las circunstancias en que se pro-