Página:El sabueso de los Baskerville (1909).djvu/135

Esta página no ha sido corregida
— 137 —

disculpa por su brusquedad de la mañana; y, después de una larga entrevista á solas con sir Enrique, en el estudio de éste, la herida quedó cerrada y cicatrizada, y, en prueba de esto, el viernes próximo iremos á comer á Merripit House.

—No digo que el hombre no sea siempre un desequilibrado—me explicó el baronet;—tengo bien presente la expresión de sus ojos cuando se echó encima de mí esta mañana; pero debo confesar que nadie podría haber presentado sus excusas de una manera más satisfactoria que él.

—Le dió alguna explicación de su conducta?

—El hombre dice que, para él, su hermana es todo en esta vida. Esto es bastante natural, y me alegro de que comprenda bien lo que ella vale.

Dice que han vivido siempre juntos, y que él ha sido toda la vida un hombre muy solitario; de modo que la idea de perder á su única compañía era realmente terrible para él. Hasta hoy no había notado—dijo,—que yo me estaba prendado de su hermana; pero cuando vió que era así realmente, y que podían llegar á separarlo de ella, sufrió una impresión tan fuerte que por un tiempo no supo ni lo que decía, ni lo que hacía. Lamentaba mucho lo que había pasado, y reconocía todo lo desatinado y lo egoísta que era el que se hubiera imaginado que podía retener consigo, por toda la vida, á una mujer joven bonita como su hermana. Pero si ésta, al fin, tenía que separarse de él, preferiría que fuese por un vecino como yo, más bien que por cualquier otro. De todas maneras esto sería un golpe tremendo para él, y era menester que se le diera tiempo para que se pusiese en estado de poder afrontarlo. Me declaró que renunciaba, por su parte á toda oposición si