No se sugieren acaso por sí mismas? Usted conoce mis procedimientos. Aplíquelos.
—Sólo se me ocurre la obvia conclusión de que el hombre ha de haber estado ejerciendo su profesión en Londres antes de marcharse al campo.
—Creo que podríamos aventurarnos un poco más lejos todavía. Vea las cosas bajo esta luz:
¿en qué ocasión es más probable que se haya hecho un regalo como éste? ¿En qué ocasión es más probable que se hayan puesto de acuerdo estos señores de un hospital para ofrecer á un amigo una muestra de sus simpatías? Claro está que en la ocasión en que el doctor Mortimer dejaba el servicio del hospital para empezar á ejercer suprofesión por cuenta propia. Sabemos, pues, que ha habido un regalo, y suponemos que se ha producido un cambio: de un hospital urbano á una clientela rural. ¿Sería, entonces, llevar demasiado lejos nuestra inferencia el decir que el obsequio fué hecho en ocasión del cambio?
—Efectivamente, esto parece lo más probable.
Ahora bien: usted convendrá en que el hombre no puede haber pertenecido al estado mayor» de ese hospital, desde que una posición como esta, sólo la puede ocupar un médico bien establecido con clientela en Londres, médico que, estando en tales condiciones, no habría de marchar89 al campo. ¿Qué ha sido él allí, entonces? Si estaba en un hospital y no formaba parte del personal directivo, sólo puede haber sido un cirujano interno ó un médico interno, es decir, poco más que un estudiante de último año. Y salió de li hace cinco años... la fecha está en el bastón.
De modo que el médico de familia que pintaba usted, grave, maduro, se desvanece en el aire, mi