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V

una Heloisa de su tiempo, en el que el amor era ideal y caballeresco, y lo consiguió; pero siendo la verdad principalmente lo que agrada en un carácter histórico, y al paso que se admira á Pope se echa menos la verdadera Heloisa Sit Medea ferox, io vaga, tristis Orestes, y Aquiles nihil arroget armis etc. Con todo es admirable esta Heloisa de Pope por su poesia, á la que no han igualado sus serviles imitadores sin exceptuar à Colardeau, tan ponderado por los de su nacion.

Aunque era caustico, su carácter se acomodaba á vivir con la grandeza, mas al cabo reconoció la necesidad de vivir independiente y para ello quiso aprovecharse de su merecida opinion. Para conseguir esto creyó el mejor medio dar una traduccion de la Iliada de Homero en verso inglés, aunque ya habia una antigua en verso hexámetro latino. Comenzó por una suscripcion que fué completa en corto tiempo: con ella aseguró una mediana independencia y concluyó su trabajo en cinco años, que corrieron desde 1725 hasta 1730. Pope no conocia profundamente la lengua griega, ni leia con frecuencia los autores de aquella nacion en su testo; mas esto no le impidió el constituirse traductor como nuestro Villegas, que lo es de Anacréonte, y á quien se le hace la misma crítica. Homero es tan primitivo, tan sencillo en sus pensamientos, tan natural en sus espresiones, que un espíritu exacto y justo le comprenderá mas fácilmente que un erudito y profundo comentador, á quien no acariciaron las musas: éste es el dictámen del célebre Jonhson, perito en la materia; pero no lo seria el de nuestro Burgos, traductor de Horacio, que casi siempre perifraséa antes que traduce al encomiador de Augusto y su ministro Mecenas, de larga y liberal mano.

Gran voga y mérito tuvo la traduccion de Pope; pero no era Homero como se lo indicó el célebre critico Benthley, era una obra gigantesca, en la que el ingenio de Pope habia dado á la lengua inglesa claridad, pureza y una facilidad de caminar en poesia que hasta entonces no habian conocido sus antece-