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Tambien sus armas rinde,
Que las arrolla el vencedor Capote,
i Triste suerte de guerra malhadada!
Todo lo vence la invencible Espada.
Ambas armadas á Belinda ceden,
Que los pasos conceden
Del campo de batalla; y la guerrera
Amazona acomete a sus infantes;
Y a la Reyna imperial del Rey Espada,
A pesar de orgullosa y altanera,
El tirano de Bastos muerte ha dado.
¿Qué sirve la diadema en su cabeza,
El gigantesco cuerpo allí tendido,
Del hermoso ropage la riqueza,
Y tener de monarca el globo asido ?
Sus Copas el Baron mostraba aprisa
Y del Rey con bordado á media guisa,
Y la Reyna valiente con sus tropas,
Poder ya quebrantado,
Facil triunfo sobre ellos ha alcanzado;
De Oros, Bastos y Copas
El confuso tropel el nivel pierde,
Y huyen vencidos en el campo verde,
Como cuando una armada derrotada
Corre precipitada,
Y del Asia las gentes allí giran,
Y los negros del Africa se miran
En desorden huyendo
Con sus diversos trages discurriendo,
Y caen á montones
Batallones sobre otros batallones.
Mas, la sota de oros tan artera
A la reina de copas i overgüenza!
Vencer quiere tambien. Belinda fiera