Página:El príncipe - Colección Universal Nro. 953 (1924).pdf/97

Esta página no ha sido corregida
95
 

Pertinax fué nombrado emperador contra los deseos de la milicia, porque estando acostumbrada al libertinaje durante la época de Cómodo, no quería vivir la vida de disciplina que el emperador deseaba que viviese. Hízose odioso a la milicia, que también le despreciaba por viejo, y fracasó cuando comenzó su gobierno.

Lo que prueba, entre otras cosas, que el odio se adquiere lo mismo obrando bien que obrando mal, y que, como ya he apuntado, se ve frecuentemente obligado a no ser bueno, porque si la opinión general del pueblo, de la milicia, de la nobleza-opinión que quieres conquistar para mantenerte en el principado, está corrompida, tienes que satisfacerla tal como es, y en eso caso no te aprovechan cosa mayor tus buenas obras.

Hablemos ahora de Alejandro, del que se asegura que fué tan bueno, que entre las alabanzas de que se le hace objeto figura la de que no fué capaz de castigar con la muerte a ningún condenado en los catorce años que duró su imperio. Pero le juzgaron afeminado, le creyeron demasiado sometido a su madre, y los soldados conspiraron contra él, matándole.

Cómodo, Septimio Severo, Antonino Caracalla y Maximino fueron harto crueles y rapaces, hasta el punto de que satisfaciendo los instintos de la soldadesea, no dejaron de cometer ninguna de las infamias que suelen cometerse contra el pueblo.

Todos tuvieron un mal fin, si exceptuamos a Severo, que supo, porque era valeroso, contentar a