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príncipe ordene con prudencia solamente recaen en unos cuantos súbditos.

Los príncipes nuevos son los que con mayor facilidad pueden ser tachados de crueles porque siempre están erizados de peligros sus Estados. Virgilio pone en boca de Dido frases de exculpación sobre sus medidas de rigor para mantenerse en un reino que había heredado, con estas palabras:

Res dura, et regni novitas me talia cogunt Moltri, et late fines custodi tueri[1].

El príncipe nuevo debe proceder con cautela en todos sus actos, no haciendo caso de todo cuanto le dicen, ni recelando de todas las cosas, siendo prudente y bueno, de manera que ni la excesiva confianza mate el recelo ni la suspicacia consiga hacerle odioso.

A la pregunta de si vale más ser amado que temido o al revés, debe contestarse que lo mejor de todo es ser a la vez ambas cosas, pero que siendo difícil que se den en un mismo sujeto, es mucho más seguro ser temido que amado, en el caso de que falte una de las dos cosas. Los hombres suelen ser ingratos, versátiles, dados a la ficción, esquivos al peligro y muy amigos de las ganancias. Si les favoreces, se dicen completamente tuyos y te ofrecen su sangre, sus bienes, sus hijos y hasta su vida, cuando, como ya he dicho, no haya peligro alguno de que tales cosas puedan resentirse. Como peli(1) Tengo que guardar necesariamente mis fronteras, porque mi reino es nuevo y mi situación comprometida. - Eneida.