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la liberalidad se ajustó siempre Escipión a lo que de Ciro refiere esa historia griega.

Tal debe ser la conducta de todo príncipe prudente, que no debe estar ocioso en épocas de paz, sino que debe utilizarla para lograr los conocimientos que necesita por si la adversidad le encuentra en el camino y se dispone a flagelarle con sus golpes.

CAPÍTULO XV

EN QUÉ COSAS LOS HOMBRES, Y SOBRE TODO LOS
PRÍNCIPES, MERECEN ALABANZAS O VITUPERIOS

Hablemos de la conducta y de los procedimientos que debe imponerse un príncipe con sus vasalios y con sus parciales. No ignoro que muchos han escrito sobre el particular y sentiría que se me tratase de presuntuoso porque yo lo trate desde otro punto de vista. Pero mi intento es escribir cosas de notoria utilidad para mis lectores. Prefiero decir la verdad como es a como nos imaginamos que es. Principados y repúblicas que nunca se dieron en la realidad los han soñado muchos en su fantasía. Es tan grande la diferencia que hay entre cómo vive uno a cómo debe vivir, que el que prefiera lo que debe hacerse a lo que se hace en realidad en la vida corriente camina a su ruina antes que a su rehabilitación, y el hombre que quiera conducirse con honestidad en todas las cosas, fracasará necesariamente entre tanto be-