Página:El príncipe - Colección Universal Nro. 953 (1924).pdf/63

Esta página no ha sido corregida
61
 

Su Santidad el Papa León X se ha visto al frente de una Iglesia llena de poder, siendo de esperar que si Alejandro y Julio la hicieron poderosa con el concurso de las armas, León aumente todavía más su influencia y su hegemonía por su bondad y por las grandes condiciones e infinitas virtudes que le adornan.

CAPÍTULO XII

DE LAS DIFERENTES CLASES DE MILICIA Y DE LOS
SOLDADOS MERCENARIOS

Estudiadas ya las características de los principados que me propuse estudiar, y expuestas las vicisitudes que pueden resultarles convenientes o enojosas, expuestos los medios más importantes que algunos príncipes han puesto en juego para elevarse a ellos, ya debo disertar aquí, en trazos generales, acerca de los casos de defensa y de ofensa que pueden ocurrir en esos principados.

Todo príncipe, ya lo hemos dicho, ha de cuidar que sean excelentes los fundamentos de su poder, porque si no lo son, fácilmente se precipitará a la ruina. Los principales fundamentos de todos los Estados —nuevos, viejos, mixtos— son las buenas leyes y los buenos ejércitos. Pero no puede haber leyes buenas donde no hay buenos ejércitos, y al contrario, y ahora hablaré de éstos y no de aquéllas.

Los ejércitos que para la defensa de sus Estados uliliza un príncipe son propios y mercenarios, auxi-