Página:El príncipe - Colección Universal Nro. 953 (1924).pdf/26

Esta página no ha sido corregida
24
 

propone conquistar el reino de los turcos; pero hay que convenir en que, una vez conquistado, tendrá toda suerte de facilidades para su conservación.

Las dificultades brotan de que no ha de esperar, naturalmente, el conquistador, ni que le llamen los sublevados, ni que se rebelen los magnates del reino para facilitar su empresa, por la especial contextura de tales Estades. Pues siendo todos los turcos esclavos sometidos a un señor, no es fácil corromperlos, y aunque los corrompiese, nada lograría con ello, porque el pueblo permanecería indiferente, según hemos expuesto ya. Para atacar a los turcos se precisa, según yo veo, buscar la ocasión de encontrarles unidos y compactos, procurando lograr el triunfo por el propio prestigio y no fiarlo en las divisiones del enemigo. Y hay que derrotarlos y aniquilarlos hasta el punto de que no puedan tornar a poner en pie de guerra sus huestes; solamente así podrá prescindir el conquistador de la dinastía del príncipe. Extinguida ésta, nada habrá que temer después, porque los restantes magnates carecen de aquella fama en los pueblos que les haga deseables al vencedor antes de la victoria y temibles después de ella.

Cosa que no ocurre en Estados gobernados a la usanza del pueblo francés. Fácil es invadirlos contando con la asistencia de los nobles, ya que los hay descontentcs del príncipe y amigos de cambios y mudanzas. Así es que pueden facilitar a la invasión y contribuir a la conquista, que únicamente se conservará venciendo los innumerables incon-