le odiase todo el mundo y que le temiesen sus amigos, hasta que al fin fué asesinado por un centurión en medio de su ejército.
Lo que prueba que ningún príncipe puede evitar que le asesinen a mano airada, porque le matará el que esté verdaderamente dispuesto a matarle, con sacrificio de la propia vida. Tales peligros, sin embargo, son raros y por eso no son muy de temer.
Lo que deben procurar los príncipes es no ofender gravemente a los que le sirven en el gobierno de su principado, mandando asesinar al hermano del centurión que le mató a él, al cual amenaza además diariamente teniéndole en su guardia, con lo que se expuso a que le ocurriera cuanto le ocurrió.
Cómodo pudo conservar su trono fácilmente porque lo heredó de su padre Marco Aurelio. Si hubiera imitado a éste, hubiera disfrutado, como su padre, de la confianza de los soldados y del pueblo.
Pero cruel y bestial de instintos el emperador Cómodo, buscó apoyo en la milicia, permitiendo que se indisciplinase, para saquear impunemente a los pueblos. Además, bajaba a la arena del Circo, despreciando su dignidad imperial, luchando con los gladiadores. Y realizaba otras cosas viles e indignas de su rango, llegando a ser despreciado de la milicia y del pueblo a la vez, muriendo víctima de una conspiración.
Ahora me ocuparé de Maximino. Fué un gran guerrero. Cansado el ejército de la molicie de Alejandro, le nombró emperador a la muerte de éste.
Y no poseyó largo tiempo el trono por dos razones