Página:El museo universal 1869.pdf/33

Esta página no ha sido corregida

señanza primaria, que verosímilmente recibió en Alcilá. Kl hallarse Cervantes a' muy pico en Madrid no está sufi cientemente explicado, aunq ie hemos leído en alguna biografía, que se trasladó con sus padres a h corte, cuando solo contaba siete años de edad. Nosotros no aceptamos esta opinión , porque no hay dato ni docu mento que la justifique, y en la imposibilidad de averi guar en qué época ó por "qué causa se trasladó á Madrid su familia, debemos creer que Cervantes, lleno de conOanza y de ilusiones, alentado por su fé, seducido

por'su imaginación aventurera, y tal vez no queriendo ser gravoso á sus padres , marcho á la córte á buscar ventura, lugar en donde por un camino ó por otro era mas fácil hacer su suerte. No decimos esto para míe se nos crea por nuestra propia palabra; pero nadie (iud irá que esta congetura se hermana bien con la idea que tenemos de su carácter, empresas y sucesos. Respecto al segundo estremo de la opinión de Navarrete , nada hay que replicar en lo relativo á la ense ñanza de Hoyos, antes de su cátedra pública. No es

21 necesario localizarla en otro punto fuera de la córte. porque, como el mismo biógrafo observa, pudo teñe.estudio privado en Madrid, antes de ganar por oposi ción el público. El señor Capmany y Montpalau, que actualmente escribe la historia monumental de Madrid, examinando algunos papeles y documentos en los archi vos del convento de las Trinitarias, encontró una no ticia relativa á cierto incidente ocurrido entre los dis cípulos del maestro Hoyos, entre los cuales se hacii referencia á Cervantes. Si al hablar de es'.e suceso se

LOS DOS COMPADRES. (DIBUJO DEL SEÑOR llECnia.lt. j

hace mención de fechis, no se.-ia cuidado perdida confrontarla con la de la época en que e3te profesar obtuvo su cátedra pública. Tocante al tercer estremo, la cuestión varía de as pecto. Navarrete destruye en buena guerra crítica la opinión ih Pellicer, que sólo era una probable conge tura, y sustituye en su lugar no una nueva opinión, r.ino uña aserción irreplicable, el dogma incontrastable é infalible, en vez de las fluctuaciones propias de las conjeturas. Inclinado también á creer, que ocho meses no era tiempo suficiente para que Cervantes sobresaIies3 entre sus condiscípulos, halló una solución satis—

factoría en la noticia qua oportunamente le comunica el canónigo don Tomás González, de que nuestro no velista tesludii dos años en Salamanr.i, matriculán dose en su Univirsidai y viviendo en la calle de Mo ros. Cualquiera daría par cierto, que es'e biógrafo que no escusaba diligencia para esclarecer los hechos, y había escrito al señor de Lardizabal para corroborar la opinión de Pellicer, hubiese solicitado un apante ó no ta certificada del secretario de la Universidad de Sala manca, coa un traslado exacto del contenido de las matrículas , para unirlas al precioso cúmulo de sus ilustraciones y documentos, cono uno por estremo

curioso para nacionales y estranjeros; pero al examinar esta parte de su apreciauilísima obra, en vez de la co pia certificada ú otra especie de documento, nos en contramos con uno á modo de apunte biográfico de di cho señor González, en el cual se dice, que fue provis to pira un canonicato en Plasencia y comisión id i después para arreglar el archivo de Simancas; com> si esto fuera óbice pira obtener la mencionada certíficicion, ya que no la remitió á una con su noticia, mien tras regentaba la cátedra de retórica en dicha Univer sidad de Salamanca; como si González desde Plasencia ó Simancas y Navarrete desde cualquier punto de Ei