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vion Emilio Castro. El conde de Eu parece que habia salido el 8 de abril para el sitio de la guerra. No son tan satisfactorios los pormenores recibidos del centro de América, pues parece que en la república de Gua temala lian ocurrido dos tentativas de revolución, diri gida una por Serapio Cruz y otra por Rufino Barrios, y que la fiebre amarilla lia liecbo estragos tales en Escuintla, que la población quedó casi por completo abandonada. Esperamos que el próximo correo nos los dé mejores y volvemos á los asuntos no políticos de nuestra patria. En la ley de instrucción pública de que ligeramente hablamos en otra revista, observan algunos periódi cos que nada se habla de reinstalación de las escue las normales, suprimidas por el anterior régimen y ni aun siquiera se nombran, cosa extraña mientras con tinúa la enseñanza oficial. De entre estos órganos dicese que mas de uno se ocupará extensamente de la cuestión. La diputación provincial de Toledo ha creado en el instituto de dicha capital cátedras de comercio , ade más de dos centros de instrucción primaria para hom bres y mujeres , y se propone establecer en el curso próximo varias cátedras de jurisprudencia gratuita mente desempeñadas. No podemos menos de celebrar tan oportunos y beneficiosos acuerdos. Entre las novedades que este año ha ofrecido la ro mería de San Isidro, debe notarse la colocación de un puesto con libros protestantes, biblias y evangelios: inequívoca muestra del celo que desplega en todas partes la infatigable asociación evangélica , y que con trasta con la apatía hasta ahora mostrada por los cató licos. Decimos hasta ahora , porque con gusto hemos leido que tratan de rivalizar en punto de propaganda de libros, formando una sociedaa, que no sólo impri mirá y repartirá catecismos y libritos dedicados á ex tender las máximas religiosas, sino que emprenderá la publicación de obras de controversia, procurando opo ner doctrina á doctrina y argumento contra argumen to, ya que la libertad de imprenta ha estimulado el celo propagandista de los advesarios del catolicismo. Aprobamos con todas veras esta resolución discretí sima , único medio que la verdad conoce para conse guir legítimas victorias. Nicolás Díaz Berjuhka.

JOYAS Y ALHAJAS. SIGLOS XII, XIII, XIV T XV. Cuando el hijo de Felipe el Valiente se casó en Cambray con la princesa de Baviera , en 1 39o , el Duque distribuyó magníficos diamantes á las señoras que concurrieron á la ceremonia. Sus regalos se calcula ron en 77,800 francos. Las señoras estaban vestidas | de telas tejidas de oro y plata, traídas de Chipre y Lombardía. En el torneo que siguió al gran banquete, y en que corrieron los altos capitanes de la corte, montados en sus chevaux de parade , la duquesa de Borgoña entregó al vencedor el broche ó fermail de diamantes que llevaba al pecho. El duque , que el año siguiente terminó las nego ciaciones del matrimonio entre Ricardo II y la pri mera Isabel de Valois , cuando tuvo la entrevista en Calais con el monarca inglés cambió con él un pre sente ó regalo. El de Ricardo era un fino diamante, y Felipe á quien jamás aventajó nadie en generosidad, le ofreció dos piezas de vajilla de oro representando la Pasión y el Salvador en el sepulcro . y también una pieza de damasco ricamente bordada de oro. En la mañana del 27 de octubre del mismo año , los duques de Lancaster y Gloster y el conde de Rutíand fueron á ponerse á las órdenes del rey de Francia para las ceremonias que deberían tener lugar y trages que habían de vestir ambos reyes en la entrevista convenida. Cárlos les recibió benévolamente y les Tegaló á cada uno un buen diamante. Los duques de Berry, Borgoña y Borbon, se presentaron á Ricardo á su vez con análogo objeto , pero éste Ies replicó que la paz y la amistad no se prol)aban con el lujo de los ropajes , y que él por su parte no necesitaba de gran des ceremonias para una entrevista totalmente amiga ble y cordial. • . Cuando el duque de Borgoña , regente, durante la locura del rey, se encargó de impedir que la viuda de Juan , duque de Bretaña , se llevase sus hijos á Ingla terra, ejerció su munificencia con un propósito alta mente laudable. Las generosidades del duque tuvie ron mas fuerza que las armas, para oponerse á las artes del príncipe inglés , que si consiguió á la viuda por esposa , no pudo obtener la posesión del ducado con el joven heredero hijo de aquella. La victoria de bió costarle al regente una suma importante, puesto que los regalos según costumbre consistían en ricas alhajas. A la conclusión del banquete que le dió la duquesa en Nantes, adonde le llevó su diplomática empresa, el duque Felipe la hizo el presente de una rica corona de cristal y otra de oro imantada de per las y piedras preciosas. Dió además al joven dlique un broche de oro adornado de rubíes y perlas, un

precioso diamante , y una porción de vajilla de plata. A cada uno de los hermanos del duque, Arturo, conde Richmond y Julio , conde de Bretaña , les regaló un coHar de oró con perlas y rubíes. La condesa de Roban, tía de la duquesa, aceptó un diamante muy bueno de mano del galante negociador, y un rico broche cada una de las señoras que se hallaban presentes. Los señores que se hallaban de corte y los empleados de la casa de la duquesa, participaron también ampliamente de aquella régia distribución. El resultado, pues, no podía ser dudoso. El duque se grangeó asi la confianza que deseaba, y se le nombró tutor de los niños y cura dor de su herencia. En un convite que dió al rey y á la corte en el Louvre en 1403, distribuyó regalos á sus huéspedes, y entre ellos se contaron once dia mantes evaluados en 785 coronas. En el casamiento de su segundo hijo , á todos los señores de los Paises-Bajos que se hallaban presen tes, les regaló piezas de terciopelo verde y raso blan co, y joyas por valor de 10,000 coronas. Dos años después de su visita á Bretaña, este grande y poderoso fundador de la casa de Borgoña, cuyas inmensas rentas le hacían uno de los príncipes mas ricos de Europa , murió en la bancarrota : todo su almacén de ricas ropas y su colección de magníficas joyas, no hubieran sido suficientes para pagar sus deudas , á menos de no deshacerse de una parte de sus territorios, y á fin de mantener indivisa la gran diosa herencia de sus hijos, la empedernida duquesa afrontó el acto vergonzoso de declarar en quiebra á su marido. A la entrada de Luis XI en París, en su adveni miento el año 1406, Felipe el Bueno, duque de Bor goña, como era costumbre en los de su casa, superó la magnificencia de todos los demás nobles. La silla y frontal de su caballo estaban guarnecidas de diaman tes, asi como su vestido donde resplandecían con per fección. La escarcela que pendía de su cinturon, fue objeto de admiración general, pues estaba totalmente cuajada de pedrería. Las joyas que llevaba estaban ta sadas en 1 .000,000 de francos. En el grupo de principes y señores que asistieron á la inauguración del nuevo reinado, el duque Felipe era el que mas sobresalía por su numerosa servidumbre. Cuando visitaba las iglesias, llevaba un séquito que no bajaba de cien caballeros , de los cuales no pocos eran príncipes y señores. Sus arqueros llevaban un suntuoso equipo. Mudaba de joyas diariamente; el cinturon que llevaba era á veces de" diamantes, y de piedras precio sas su rosario , y no era raro verle salir con la gorra totalmente cubierta de pedrería. Los parisienses, que ya se habían hecho indiferentes á fuerza de ver tantos príncipes , corrían en tropel por las calles por ver al duque de Borgoña. Felipe el Bueno, nieto del insolvente Felipe el Va liente, era cuando murió en 1467 el príncipe mas rico de su tiempo , á pesar de haber ganado en liberalidad á todos sus predecesores. Dejó 400,000 coronas en oro, 7,200 marcos en plata, y un valor inmenso en ricas cabalgaduras, joyas, vajilla de oro adornada de piedras preciosas , y ademas una buena librería. Sólo su ajuar fue evaluado en 2.000,000 en oro. Ningún soberano de Europa tuvo mas poder que éste t Gran duque del Oeste» najo el cual se unieron todas las pro vincias de los Paises Bajos , desde Ems al Sonune, unión que dió un nuevo impulso á la industria, al comercio y las bellas artes, ya florecientes en aquellos paises. Las arles de lujo durante el último reinado, llegaron á un estraordinario grado de perfección. La magnificencia de los trages, armas, joyas y arcos, no tuvo rival en los tiempos pasados , y pudiéramos casi añadir que ni en los posteriores. El siglo XVI, lla mado del hierro á causa de la belleza y perfección de las armaduras y otros objetos de acero , con igual ra zón pudiera denominarse el siglo del oro y de las joyas. El arte de la joyería , postergado en Francia por la indiferencia , asi corno por las leyes suntuarias de Luis XI, se desarrolló en los Estados de Borgoña y Flandes hasta un grado de perfección y elegancia sor prendentes. Terciopelos, rasos, tejidos de oro y de plata, toda tela ó ropa por costosa que fuese , se enri quecían aun más y mas por la adición del oro y la Íiedrería. Los joyeros anteriores á Benvenuto Cellini licieron maravillas en el arte, de tal manera, que eran muchos los casos en que el valor de la mano de obra de los objetos , escedia al del oro y piedras preciosas que contenían á pesar de la profusión con que se las empleaba. (Se concluirá.) J. F. y V.

LOS POZOS INSTANTANEOS 0 TUBULARES. No há mucho que un americano , por nombre Mr. Norton imaginó un sistema ingeniosísimo , por medio del cual, se hace brotar agua de la tierra en un breve espacio de tiempo. Ensayos de este nuevo sis tema se hicieron en París , en la calle de la Révolle, con admiración de cuantos los presenciaron, por la sencillez del aparato, sencillez tal que solo exigió un

tubo metálico de ocho á diez varas de largo y dos obreros. El tubo fue introducido en la tierra en el breve espacio de media hora, al cabo de cuya opera ción no se hizo mas que aplicar una bomba en la parle superior que quedaba descubierta, y de repente se obtuvo un saltadero ó manantial. Como quiera que esta invención exige un aparato de muy poca costa,, y sus resultados son tan admirables, creemos hacer un servicio en describir estos pozos ! tubulares ó instantáneos, añadiendo dos láminas para ilustrar la práctica de esta operación maravillosa, mas que todo, por su sencillez. El principio sobre que descansa el nuevo sistema es muy elemental. Sábese que en un gran número de ter renos existen capas acuosas subterráneas , á una dis tancia muy corta, como lo prueban los pozos ordina rios cuya profundidad es generalmente pequeña. Supongamos que á diez varas bajo la superficie de la tierra se encuentra una corriente ó recipiente de agua; no hay mas que introducir un tubo estrecho que penetre hasta el receptáculo natural y aplicar una bomba á la parte superior. Hé aquí cómo se procede para abrir uno de estos pozos. Se construye una plataforma fijada sólidamente por tres maderos , con un agujero en el centro , por el cual entra el tubo metálico que ha de profundizar en la tierra. Este tubo, de predes bastante espesas, debe tener un diámetro interior de treinta y cinco milíme tros y largura de tres á cuatro metros. En su parte inferior está agujereado basta la altura de medio me tro poco mas o menos, y termina en un cono de acero bien templado. Se le clava violentamente por medio de un pilón suspendido de dos cuerdas: pero como esle martillo pesado, que pueden mover dos hombres fácil mente, podría echar a perder la boca del tubo, si gol pease directamente en su parte superior, se fija sóli damente un anillo en el tubo, para que descargue so bre él, y se quita y se sube gradualmente dicho anillo, á medida que el tubo va penetrando en la tierra : ope ración para la cual bastan dos hombres y que se eje cuta con la mayor rapidez (lig. 1.*). Cuando el primer tubo esta para desaparecer bajo la tierra , se une otro á la parte que queda fuera , y se vuelve á empezar la maniobra, y ya que ha llegado á cierta profundidad , se introduce una pequeña sonda consistente en una cuerda delgada , á cuyo remate se ata una piedra , y examinando «i sale seca ó mojada, se averigua si ha penetrado en las capas acuosas. En el momento en que la parte inferior agujereada del tubo ha penetrado en el receptáculo subterráneo, ya no resta que hacer mas que aplicar la bomba á la parte superior (fig. 2.') El agua que sale al principio está turbia y cenagosa, pero en pasando una o dos horas se obtiene limpia y cristalina. Escusado es decir, que sí el agua tiene una fuerza de ascensión suficiente para brotar al nivel de la superficie , se habrá hecho un verdadero pozo artesiano, y entonces no hay para qué usar de bomba. Generalmente se ejecuta la operación sin dificultad. No obstante, si el tubo encuentra, al penetrar, con un obstáculo que oponga gran resistencia , es preciso sa carlo é introducirlo en otro lugar. La verdad es , que en razón á su pequeño diámetro, en la mayor parte de los casos vence toda resistencia. Según experiencia el abrir uno de eslos pozos es cuestión de una hora de trabajo poco más ó ménos. El tubo de diez metros de largo con su bomba , tiene de coste el módico precio de 250 francos, y aun los hay más baratos todavía, lo cual permite hacer ensayos muy útiles á veces en Lis explotaciones agrícolas. Un pozo ordinario es de un trabajo relativamente largo y difícil y si por ventura no se encuentra el agua al cabo de él, se ha tirado el dinero infructuosamente. Gracias al nuevo sistema, do quiera se puede tener agua á po ca costa, y si sondeado el suelo no se encuentra, poco se pierde , pues no hay sino sacar el tubo y clavarlo en otro paraje. En Algeria se ha aplicado este sistema , y el general Mac-Mabon ha hecho la adquisición de trescientos po zos tubulares que han de contribuir á trasformar los arenales incultos eu terrenos fértiles. En la expedición de los ingleses á Abisinia llevaron también gran acopio de estos tubos y los resultados ex cedieron á las esperanzas. Un oficial escribía el 20 de enero de 1868. fSe acaba de descubrir en Komaylee , con ayuda del pozo tubular americano, un manantial de agua ca liente, y como Komaylee, estación primera en la rula de Senafé, no dista nías que trece millas de la bahía de Annesley, se habla de hacer llegar allí el agua por me dio de cañerías. •Una de las mayores dificultades del Paso de Senafé era la falta de agua entre el Sooroo superior y el Rayra-Guddy , en una distancia de cerca de treiuta millas; pero se ha establecido un pozo tubular en Undul, que viene á estar situado á igual distancia de estos dos pa rajes, y asi se facilita extraordinariamente el movimien to de las tropas y de las provisiones hasta Senafé.» Dícese que la idea de los pozos tubulares tuvo orígen durante la guerra de los Estados-Unidos, en la que algunos soldados del ejército del Norte habían obtenido agua en un suelo estéril por medio de caño