también un Diario de Sesiones en el que se consignaban los proyectos de los asociados, y también un sello, un se- llo rectangular que Enrique fabricó con un corcho y en el que se podía apreciar el emocionante espectáculo de un corazón perforado por tres puñales.
Dicho diario se llevaba por turno, el final de cada acta era firmado, y cada rúbrica llevaba su sello corres- pondiente.
Allí podían leerse cosas como éstas:
Propuesta de Lucio. -- Para robar en el futuro sin necesidad de ganzúa, es conveniente sacar en cera virgen los modelos de las llaves de todas las casas que se visiten.
Propuesta de Enrique. -- También se hará un plano de la casa de donde se saquen prueba de llaves. Dichos planos se archivarán con los documentos secretos de la Orden y tendrán que mencionar todas las particularida- des del edificio para mayor comodidad del que tenga que operar.
Acuerdo general de la Orden. -- Se nombra dibujan- te y falsificador del Club al socio Enrique.
Propuesta de Silvio. -- Para introducir nitrogliceri- na en un presidio, tómese un huevo, sáquesele la clara y la yema y por medio de una jeringa se le inyecta el ex- plosivo.
Si los ácidos de la nitroglicerina destruyen la cáscara del huevo, fabríquese con algodón pólvora una camiseta. Na- die sospechará que la inofensiva camiseta es una carga ex- plosiva.
Propuesta de Enrique. -- El Club debe contar con una biblioteca de obras científicas para que sus cofrades puedan robar y matar de acuerdo a los más modernos pro- cedimientos industriales. Además, después de pertenecer tres meses al Club, cada socio está obligado a tener una pistola Browning, guantes de goma y 100 grs. de clorofor- mo. El químico oficial del Club será el socio Silvio.