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Don Quijote.

da en áspera, de aceda en amorosa, si levanta la mano al cabello para componerle, aunque no esté desordenado: finalmente, hijo, mi- ra todas sus acciones y movimientos, porque si tú me los relatares como ellos fueron, sacaré yo lo que ella tiene escondido en lo se- creto de su corazon acerca de lo que al fecho de mis amores toca: que has de saber, Sancho, si no lo sabes, que entre los amantes las acciones y movimientos esteriores que muestran, cuando de sus amores se trata, son certísimos correos que traen las nuevas de lo que allá en lo interior del alma pasa. Ve, amigo, y gufete otra me- jor ventura que la mia, y vuélvate otro mejor suceso del que yo quedo temiendo y esperando en esta amarga soledad en que me de- jas.-Yo iré y volveré presto, dijo Sancho, y ensanche vuesa mer- ced, señor mio, ese corazoncillo, que le debe de tener agora no ma- yor que una avellana, y considere que se suele decir, que buen co- razon quebranta mala ventura, y que donde no hay tocinos no hay estacas, y tambien se dice, donde no se piensa salta la liebre: digo- lo, porque si esta noche no hallamos los palacios ó alcázares de mi señora, agora que es de dia los pienso hallar, cuando menos lo pien- se, y hallados, déjenme á mí con ella.-Por cierto, Sancho, dijo Don Quijote, que siempre traes tus refranes tan á pelo de lo que tratamos, cuanto me dé Dios mejor ventura en lo que deseo. Es- to dicho, volvió Sancho las espaldas y vareó su rucio, y Don Qui- jote se quedó á caballo descansando sobre los estribos y sobre el ar- rimo de su lanza, lleno de tristes y confusas imaginaciones, donde le dejaremos, yéndonos con Sancho Panza, que no menos confuso y pensativo se apartó.de su señor que el quedaba, y tanto, que ape- nas hubo salido del bosque, cuando volviendo la cabeza y viendo que Don Quijote no parecia, se apeó del jumento, y sentándose al pié de un árbol, comenzó á hablar consigo mesmo y á decirse:-Se- pamos, agora, Sancho hermano, adonde va vnesa merced. Va a buscar algun jumento que se le haya perdido?-No por cierto.-¿Pues qné va á buscar?-Voy á buscar, como quien no dice nada, á una princesa, y en ella al sol de la hermosura y á todo el cielo junto.---- ¡Y adonde pensais hallar eso que decis, Sancho?-¿Adónde? en la gran ciudad del Toboso.-Y bien, ¿y de parte de quién la vais á buscar?-De parte del famoso caballero Don Quijote de la Mancha, que desface los tuertos y da de comer al que ha sed y de beber al que ha hambre.-Todo eso está muy bien. Y sabeis su casa, San- cho?--Mi amo dice, que han de ser unos reales palacios, ó unos so-

berbios alcázares. Y habéisla visto algun dia por ventura?-Ni