“Cuando yo era niña, tenia mi padre una esclava[1], la cual en mi
“lengua me mostró la Zala cristianesca, y me dijo muchas cosas
“de Lela Márien. La cristiana murió, y yo sé que no fué al fuego,
“sino con Alá, porque después la ví dos veces, y me dijo que me
“fuese á tierra de cristianos á ver á Lela Márien, que me queria
“mucho. No sé yo como vaya: muchos cristianos he visto por esta
“ventana, y ninguno me ha parecido caballero sino tú. Yo soy
“muy hermosa y muchacha, y tengo muchos dineros que llevar
“conmigo: mira tú, si puedes hacer, como nos vamos, y serás allá
“mi marido, si quisieres, y si no quisieres, no se me dará nada, que
“Lela Márien me dará con quien me case. Yo escribí esto, mira
“á quien lo das á leer, no te fies de ningun moro, porque son todos
“marfuces[2]. Desto tengo mucha pena, que quisiera que no te
“descubrieras á nadie, porque si mi padre lo sabe me echará luego
“en un pozo y me cubrirá de piedras. En la caña pondré un
“hilo, ata allí la respuesta, y si no tienes quien te escriba arábigo,
“dimelo por señas, que Lela[3] Márien hará que te entienda. Ella
“y Alá te guarde, y esa cruz que yo beso muchas veces, que así
“me lo mandó la cautiva."
Mirad, señores, si era razón, que las razones deste papel nos admirasen y alegrasen: y así lo uno y lo otro fué de manera, que el renegado entendió, que no acaso se habia hallado aquel papel, sino que realmente á alguno de nosotros se habia escrito: y así nos rogó, que si era verdad lo que sospechaba, que nos fiásemos dél y se lo dijésemos, que él aventuraria su vida por nuestra libertad: y diciendo esto, sacó del pecho un Crucifijo de metal, y con muchas lágrimas juró por el Dios que aquella imágen representaba, en quien él, aunque pecador y malo, bien y fielmente creia, de guardarnos lealtad y secreto en todo cuanto quisiesemos descubrirle, porque le parecia, y casi adivinaba, que por medio de aquella que aquel papel habia escrito, habia él y todos nosotros de tener libertad, y verse él en lo que tanto deseaba, que era reducirse al gremio de la Santa Iglesia su Madre, de quien como miembro podrido estaba dividido
y apartado por su ignorancia y pecado. Con tantas lágrimas y
- ↑ Llamábase Juana de Rentería. Dícelo el mismo Cervantes en la comedia de Los Baños de Argel, en que se repite este mismo caso de la mora Zorayda.
- ↑ Astutos, arteros, engañadores.
- ↑ Fr. Pedro de Alcalá [Arte para saber la lengua arábiga: en los nombres que empiezan por de] dice que Lei-la es un pronombre, que en castellano equivale á Doña, Doña viene de domina: de domina se dice domna, y de aquí doña: con que Lei-la Márien, quiere decir: María señora, ó la señora María.