Esta página ha sido validada
119
CAPÍTULO XIX.
eso de enderezar tuertos, dijo el bachiller, pues á mí de derecho me habeis vuelto tuerto, dejándome una pierna quebrada, la cual no se verá derecha en todos los dias de su vida, y el agravio que en mí habeis deshecho, ha sido dejarme agraviado de manera, que me quedaré agraviado para siempre; y harta desventura ha sido topar con vos que vais buscando aventuras.—No todas las cosas, respondió Don Quijote, suceden de un mesmo modo: el daño estuvo, señor bachiller Alonso Lopez, en venir como veniades de noche, vestidos con aquellas sobrepellices, con las hachas encendidas, rezando, cubiertos de luto, que propiamente semejábades cosa mala y del otro mundo, y así yo no pude dejar de cumplir con mi obligacion acometiéndoos, y os acometiera, aunque verdaderamente supiera que érades los mesmos Satanases del infierno, que por tales os juzgué y tuve siempre.—Ya que así lo ha querido mi suerte, dijo el bachiller, suplico á vuestra merced, señor caballero andante, que tan mala andanza me ha dado, me ayude á salir de debajo de esta mula, que me tiene tomada una pierna entre el estribo y la silla.—Hablara yo para mañana, dijo Don Quijote: ¿y hasta cuándo aguardábades á decirme vuestro afan? Dió luego voces á Sancho Panza que viniese; pero él no se curó de venir, porque andaba ocupado desbalijando una acémila de repuesto que traian aquellos buenos señores bien bastecida de cosas de comer. Hizo Sancho costal de su gaban, y cogiendo todo lo que pudo y cupo en el talego, cargó su jumento, y luego acudió á las voces de su amo, y ayudó á sacar al señor bachiller de la opresion de la mula, y poniéndole encima de ella, le dió la hacha, y Don Quijote le dijo que siguiese la derrota de sus compañeros, á quien de su parte pidiese perdon del agravio, que no habia sido en su mano dejar de haberle hecho. Díjole tambien Sancho: Si acaso quisieren saber esos señores, quién ha sido el valeroso que tales los puso, diráles vuestra merced, que es el famoso Don Quijote de la Mancha, que por otro nombre se llama El caballero de la Triste Figura. Con esto se fué el bachiller, y Don Quijote preguntó á Sancho, que ¿qué le habia movido á llamarle El caballero de la Triste Figura, mas entonces que nunca?—Yo se lo diré, respondió Sancho: porque le he estado mirando un rato á la luz de aquella hacha que lleva aquel mal andante, y verdaderamente tiene vuestra merced la mas mala figura de poco acá que jamas he visto: y débelo de haber causado, ó ya el cansancio deste combate, ó ya la falta de las muelas y dientes.—No es eso, respondió Don Quijote, sino que el sabio á cuyo car-