Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote del Mancha.djvu/117
Esta página ha sido validada
47
CAPÍTULO IX.
CAPÍTULO IX.
Donde se concluye y da fin á la estupenda batalla que el gallardo vizcaino y el valiente manchego tuvieron.
ejamos en la primera parte desta historia al valeroso vizcaino y al famoso Don Quijote con las espadas altas y desnudas, en guisa de descargar dos furibundos fendientes[1], tales que si en lleno se acertaban, por lo menos se dividirian y fenderian de arriba abajo, y abririan como una granada: y que en aquel punto tan dudoso paró y quedó destroncada tan sabrosa historia, sin que nos diese noticia su autor dónde se podria hallar lo que della faltaba. Causóme esto mucha pesadumbre, porque el gusto de haber leido tan poco, se volvia en disgusto de pensar el mal camino que se ofrecia para hallar lo mucho que á mi parecer faltaba de tan sabroso cuento. Parecióme cosa imposible y fuera de toda buena costumbre, que á tan buen caballero le hubiese faltado algun sabio, que tomara á cargo el escribir sus nunca vistas hazañas, cosa que no faltó á ninguno de los caballeros andantes de los que dicen las gentes que van á sus aventuras, porque cada uno dellos tenia uno ó dos sabios, como de molde, que no solamente escribian sus hechos, sino que pintaban sus mas mínimos pensamientos y niñerías, por mas escondidas que fuesen: y no habia de ser tan desdichado tan buen caballero, que le faltase á él lo que sobró á Platir y á otros semejantes: y así no podia inclinarme á creer que tan gallarda historia hubiese quedado manca y estropeada, y echaba la culpa á la malignidad del tiempo, devorador y consumidor de todas las cosas, el cual ó la tenia oculta ó consumida. Por otra parte me parecia, que pues entre sus libros se habian hallado tan modernos, como Desengaños de Celos, y Ninfas y Pastores de Henares, que tambien su historia debia de ser mo-
↑El sustantivo de estos dos adjetivos es golpes: lenguage usado en los libros de caballerías. Así se lee en Amadis: fendióle fasta la oreja.