Página:El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha - Tomo II (1908).pdf/270

Esta página no ha sido corregida
— 266 —

<—266con su igual que es lo más acertado, que si de los zuecos la sacáis á chapines, y de saya parda de catorceno á verdugado y saboyanas de seda, y de una Marica y un tú á una doña tal y señoría, no se ha de hallar la muchacha, y á cada paso ha de caer en mil faltas descubriendo la hilaza de su tela basta y grosera.

—Calla, boba, dijo Sancho, que todo será usarlo dos ó tres años, que después le vendrá el señorío y la gravedad como de molde: y cuando no ¿ qué importa? séase ella señoría, y venga lo que viniere.

—Medíos, Sancho, con vuestro estado, respondió Teresa, no os queráis alzar á mayores, y advertid el refrán que dice: al hijo de tu vecino límpiale las narices, y métele en tu casa. Por cierto que sería gentil cosa casar á nuestra María con un condazo ó con un caballerote, que cuando se le antojase la pusiese como nueva, llamándola de villana, hija del destripaterrones y de la pelarruecas; no en mis días, marido, para eso por cierto he criado yo á mi hija, traed vos dineros, Sancho, y el casarla dejadlo á mi cargo, que ahí está Lope Tocho, el hijo de Juan Tocho, mozo rollizo y sano, y que le conocemos, y sé que no mira de mal ojo á la mochacha; y con este que es nuestro igual estará bien casada, y le tendremos siempre á nuestros ojos, y seremos todos unos, padres é hijos, nietos y yernos, y andará la paz y la bendición de Dios entre todos nosotros, y no casármela vos ahora en esas cortes y en esos palacios grandes, adonde ni á ella la entiendan, ni ella se entienda.

—Ven acá bestia, y mujer de Barrabás, replicó Sancho, ¿por qué quieres tú ahora sin qué ni para qué estorbarme que no case á mi hija con quien me dé nietos que se llamen señoría? Mira, Teresa