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1 parecido también dicen que se le olvidó poner que Sancho hizo de aquellos cien escudos que halló en la maleta en Sierra Morena, que nunca más los nombra, y hay muchos que desean saber qué hizo dellos, ó en qué los gastó, que es uno de los puntos substanciales que faltan en la obra.

Sancho respondió:

—Yo, señor Sansón, no estoy ahora para ponerme en cuentas ni cuentos, que me ha tomado un desmayo de estómago, que si no le reparo con dos tragos de lo añejo, me pondrá en la espina de Santa Lucía; en casa lo tengo, mi oíslo me aguarda, en acabando de comer daré la vuelta, y satisfaré á vuesa merced y á todo el mundo de lo que preguntar quisieren, así de la pérdida del jumento, como del gasto de los cien escudos; y sin esperar respuesta ni decir otra palabra se fué á su casa.

Don Quijote pidió y rogó al bachiller se quedase á hacer penitencia con él. Tuvo el bachiller el envite, quedóse, añadióse al ordinario un par de pichones, tratóse en la mesa de caballerías, siguióle el humor Carrasco, acabóse el banquete, durmieron la siesta, volvió Sancho, y renovóse la plática pasada.

CAPITULO IV

Donde Sancho satisface al bachiller Sansón Carrasco de sus dudas y preguntas, con otros sucesos dignos de saberse y de contarse.

Volvió Sancho á casa de don Quijote, y volviendo al pasado razonamiento, dijo:

—A lo que el señor Sansón dijo, que se deseaba