señoras de sus pensamientos, vengarse con sátiras y libelos: venganza por cierto indigna de pechos generosos; pero hasta agora no ha llegado á mi noticia ningún verso infamatorio contra la señora Angélica, que trujo revuelto el mundo.
—Milagro, dijo el cura; y en esto oyeron que el ama y la sobrina, que ya habían dejado la conversación, daban grandes voces en el patio y acudieron todos al ruído.
CAPITULO II
Que trata de la notable pendencia que Sancho Panza tuvo con la sobrina y el ama de don Quijote, con otros sucesos graciosos.
Cuenta la historia que las voces que oyeron don Quijote, y el cura y el barbero eran de la sobrina y el ama, que las daban diciendo á Sancho Panza, que pugnaba por entrar á ver á don Quijote, y ellas Je defendían la puerta :
—¿Qué quiere este mostrenco en esta casa?
Idos á la vuestra, hermano, que vois sois, y no otro, el que distrae y sonsaca á mi señor, y le lleva por esos andurriales.
A lo que Sancho respondió:
—Ama de Satanás, el sonsacado y el destrafdo y el llevado por esos andurriales soy yo, que no tu amo, él me llevó por esos mundos, y vosotras os engañáis en la mitad del justo precio: él me sacó de mi casa con engañifas, prometiéndome una ínsula que hasta agora la espero.